
Con el rostro torturado, en la cuna descargabas tu ira contra la vida. Te rascabas hasta arrancarte la piel. Te hacías heridas de sangre en los muslos y en las orejas y tenías un dedo hecho polvo de tanto mordértelo. -Este niño tiene granitos. Nos decíamos. -Este niño debe tener alguna alergia. Será el pijama, será el zumo o la lleche que le hemos dado? Este niño tiene tics. Y no. Este niño tenía sarna, en terminología médica escabiosis por sarcoptes scabiei, que escava túneles bajo la piel, entra y sale para alimentarse de piel muerta y se manifiesta especialmente por la noche con picores tant intensos que agrían el carácter. Un cielo de día, precioso, hemos vivido contigo y un infierno de noche.
Y
La foto: vista microscópica del sarcoptes scabiei bajada de
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